Eugenio Raúl Zaffaroni

Dedicado a Juan Carlos y Miguel (de Pérez)

Otra vez quedé atrapado en las imágenes de la última Play Boy, hace varios días que ando con la fotocopia dando vueltas, la pasé por el escáner, la copié, la pegué en especial, sin formato, letra a letra, tipo a tipo...vale la pena creo, ahh, por más que googlees este reportaje impreso, no lo encontrarás (por lo menos a un costo total y único de 0,50 cvs.), al menos así me sucedió, de lo contrario avisame, así en la próxima laburo menos. Ahh, otra, gracias por estar aquí, perdón por las demoras de las actualizaciones de este blog, pero te estoy demostrando que "no te abandono", siempre pienso en vos...(ufa me salió medio raro), hoy llueve y estuve "encerrado todo el día, estoy vulnerable", decir sensible queda feo, no?

Eugenio Raúl Zaffaroni

La ideología tutelar es autoritaria y represiva. A lo largo de la historia, a toda la gente que la tutelaron (los indios, las mujeres) les fue mal y llevó a una inquisición: yo agarro a alguien y no tengo por que hacerle un juicio ni probar nada, total, lo que te haga va a ser para bien tuyo. Y es lo que pasa entre los 14 y 15 años, con una absoluta falta de garantías. El pibe de 14 ó 15 años es un ciudadano como nosotros y tiene derecho a que si se le imputa una infracción tenga un fiscal, un defensor y un tribunal. Sobre todo que la cantidad de chicos de 14 ó 15 años que son responsables de delitos violentos es muy baja, casi despreciable. El discurso tutelar, falsamente muy protector y muy humanista, dice: "Vamos a tratar al pibe infractor como si fuera un desprotegido" y el resultado de ese discurso es que se termina tratando al desprotegido como infractor, lo cual significa penalización de la pobreza. En los Estados Unidos, hubo un caso de un pibe que le decía cosas soeces a la vecina y lo internaron de los 16 los 21, cuando a un adulto le hubieran puesto una multa. A partir de ahí, se empezó a revertir la ideología tutelar. Nuestra legislación vigente está a contramano.

http://vggeditoriales.blogspot.com/2009/05/el-francotirador-de-la-corte.html